La importancia del Bienestar animal
El grado de desarrollo socioeconómico no implica necesariamente unos valores éticos y solidarios proporcionales a ese desarrollo. Los ciudadanos, y sobre todo los gobernantes, de algunas superpotencias puede que no estén tan concienciados con cuestiones relativas al medio ambiente, a los Derechos Humanos o a la cara más injusta de la geopolítica mundial, pero los ciudadanos europeos muestran más sensibilidad en algunos aspectos de los mencionados y, dejando de lado la política, uno de ellos es el bienestar animal. Por supuesto que el maltrato a un animal doméstico es algo penado y sancionable desde el punto de vista moral y legal, pero en lo relativo a los animales que nos sirven de alimento y se crían en granjas sucede algo muy parecido.
El Eurobarómetro llevado a cabo a finales de 2015 en la Unión Europea sobre este aspecto es rotundo. El 75% de los ciudadanos europeos consideraron que los animales deben estar más protegidos en las explotaciones ganaderas. La cifra llegó hasta el 80% en España. Únicamente el 4 por ciento de los encuestados no creyó que el bienestar de los animales sea un aspecto importante. En esta misma línea, el 64% de los europeos afirmó que les gustaría tener más información sobre las condiciones en las que los animales de granja son tratados en sus países. Incluso un 60 por ciento confirmó que busca etiquetas de bienestar animal al hacer sus compras y que estaría dispuesto a pagar una prima por artículos que así lo garanticen. Incluida España.
Dispuestos a pagar más
Un reciente estudio, publicado por veterinarios españoles en la revista internacional Animals, sobre la preocupaciones y percepciones de los consumidores sobre el bienestar de los animales de granja deja claro que “en los últimos años ha habido una creciente preocupación entre ciudadanos y consumidores por los efectos que la intensificación de los sistemas de producción animal podría tener sobre el bienestar de animales de granja. Existe una apreciación cada vez mayor de los parámetros de bienestar animal sobre otros atributos de calidad de los productos alimenticios. Los consumidores consideran que los productos respetuosos con los animales son más saludables, más sabrosos, más higiénicos, más seguros, aceptables, auténticos, ecológicos y tradicionales”, aseguran en la publicación los autores, Marta E. Alonso de la Varga y José R. González-Montaña, ambos profesores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León (ULE), y por Juan M. Lomillos, de la Universidad Cardenal Herrera (CEU)…
El grupo operativo Sostvan nace precisamente como la mejor estrategia para comunicar la propuesta de valor de los productos cárnicos de vacuno criados en extensivo. De forma que sea posible para el consumidor aceptar ese valor que se refleja en el precio.
Asimismo, añaden “la disposición a pagar por los incrementos de precio que puedan requerir mayores niveles de bienestar de los animales de granja debe promoverse mediante una adecuada información sobre el manejo y las condiciones de vivienda de las diferentes especies de cultivo. Los productos favorables al bienestar deben estar debidamente etiquetados con información clara proporcionada por un sistema de seguimiento internacionalmente aceptado, transparente y rastreable, aumentando la confianza de los consumidores en los participantes de la cadena alimentaria”.
Legislación
El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) reconoce que los animales son seres sensibles y establece que se han de tener plenamente en cuenta las exigencias de bienestar animal. En España existe reglamentación para el cuidado de los animales, su explotación, transporte, experimentación y sacrificio. Hay numerosas leyes que abordan esta cuestión, aunque la más importante fue aprobada en el año 2007 y ampliada en diferentes aspectos. Eso si, siempre bajo el prisma de las recomendaciones europeas. El objetivo es establecer una serie de normas básicas de obligado cumplimiento para los animales que llegan a nuestra mesa, con el objetivo de garantizar su bienestar.
Puede parecer que la ganadería extensiva es condición suficiente para pensar en que esos animales cuentan con un alto nivel de bienestar, sin embargo, una buena alimentación, acceso a agua permanente y un transporte adecuado son responsabilidad del ganadero. El grupo operativo Sostvan, en coordinación con el GO Vacusos, buscan demostrar y cuantificar ese esfuerzo que es el que de verdad consigue un bienestar que se traduzca en calidad de carne.
Desde el año 1988, existe un convenio europeo que se aplica al cuidado del ganado bovino en las granjas. La norma aborda numerosas cuestiones, como por ejemplo el número de personas encargadas del cuidado de estos animales e incluso la formación que deben tener para asegurar su bienestar. Los animales deben inspeccionarse diariamente atendiendo a criterios como su condición corporal, sus movimientos y posturas, su rumia, el estado del pelo, de su piel e incluso de sus patas y pezuñas.
Los alojamientos de estos animales deben construirse de forma que siempre dejen a los animales libertad de movimientos para asearse sin dificultad, que tengan suficiente espacio para tumbarse, descansar, adoptar las posturas propias para dormir o estirarse libremente y levantarse. Además, su alimentación debe ser “suficiente, nutritiva, higiénica y equilibrada todos los días, así como a agua en cantidad y calidad apropiada, de forma que conserven su salud y su vigor”.
En cuanto a los terneros menores de 6 meses, las explotaciones ganaderas deben cumplir unos requisitos adicionales establecidos que tienen que ver con las condiciones de cría y los controles a realizar. Entre estos requisitos destacan la edad mínima de destete o la obligación de aportar calostro.
Todo ese articulado reglamenta distintos aspectos de la vida en la granja, desde que los animales no estén expuestos a los gases de sus propios purines, a que los sistemas de ventilación no sean ruidosos ni molestos y, por supuesto, está prohibido que los animales vivan bajo luces intensas o, por el contrario, sumidos en la oscuridad. En cuanto a las operaciones quirúrgicas siempre se realizarán en beneficio del animal y con anestesia que evite angustia o dolores inútiles o prolongados.
Sacrificio
No sólo en la granja se debe observar el bienestar del ganado. Hay normativa específica para el transporte y la matanza. Desde 1977 la protección de los animales durante su transporte ha sido objeto de regulación por parte de la Unión Europea, aunque el reglamento vigente a nivel comunitario data de 2004 y 2005 y en España hay un Real Decreto de 2016 que actualiza e integra en un solo texto las disposiciones normativas que afectan al transporte de animales vivos en materia de bienestar y sanidad animal.
Otro momento clave es la matanza, un factor determinante en la preocupación del consumidor por el sufrimiento que pudiera experimentar el animal en los últimos momentos de su existencia. El sacrificio puede provocar dolor, angustia, miedo u otras formas de sufrimiento a los animales, incluso en las mejores condiciones técnicas disponibles y la normativa busca reducir al mínimo el malestar que pudiera experimentar la res mediante un método de aturdimiento apropiado.
Independientemente del deseo de causar al animal el menor padecimiento posible, las condiciones del sacrificio -y del transporte previo a este- influyen en la calidad de la carne.
Pero no se trata sólo de evitar padecimientos y garantizar unas condiciones de vida dignas a los animales de granja, la alimentación en el exterior a base de pastos, el movimiento libre, la tranquilidad en su tránsito y estancia en las dehesas o en los valles son elementos que influyen en el resultado de la carne que llegará al mercado. El consumidor demanda que la producción ganadera cumpla con estándares de trato humano y ético hacia los seres vivos. No se trata de poner música o dar masajes a vacas y bueyes, una práctica con partidarios, pero también con mucha leyenda detrás. O de ganaderos que lloran al sacrificar a su mejor ejemplar, pero los tiempos en los que la vida de los animales era un martirio propio de una desalmada producción en cadena están alejados de la práctica común o al menos de nuevos modelos que luchan por imponerse, al menos en Europa. Al resto del mundo le faltan algunas etapas que recorrer en este sentido.
¿Por qué te contamos esto?
Porque cuando accedas a los datos de trazabilidad que se han conseguido gracias al proyecto Sostvan, es importante entender qué significan. El proyecto se basa en la recolección de información que permita al consumidor valorar la calidad del producto que tiene delante, pero el marco mental que actualmente se está construyendo alrededor de la industria cárnica hace necesario dar a conocer el contexto real de la producción española de vacuno de carne.
Gracias al blockchain la confianza en los datos está conseguida, ahora debemos generar confianza en el sector.
Sobre el proyecto Sostvan
SOSTVAN es un proyecto innovador creado para mejorar el posicionamiento de la carne de vacuno extensivo en el mercado y asegurar la sostenibilidad económica de estas ganaderías. SOSTVAN defiende la producción ganadera de vacas nodrizas en un entorno medioambiental sostenible y respetuoso con el bienestar de los animales.
GO SOSTVAN ha sido propuesto como beneficiario de las ayudas a la ejecución de proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas, dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020. La financiación de estas ayudas se realizará en un 60 por ciento con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y en un 20 por ciento con cargo al Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.