No, una vaca nodriza no es una nave espacial
La cría de la vaca nodriza, las encargadas de traer al mundo los terneros que luego consumimos, es una garantía de desarrollo del mundo rural, de creación de empleo en zonas con condiciones orográficas complejas, permite la conservación del entorno y la gestión y limpieza de los montes. La belleza de los valles, las dehesas y las montañas lleva intrínseca la presencia de ese ganado salpicando la alfombra verde, alimentándose en la tranquilidad más absoluta. Tradición y producción de carne de calidad se dan la mano en un sector en auge dentro de la ganadería española.
Por vaca nodriza se define a las hembras mayores de 24 meses y menores de 14 años que amamantan a los terneros que paren sin someterse a ningún tipo de ordeño. En este grupo de vacas destacan las razas autóctonas españolas (Avileña-Negra Ibérica, Asturiana de los Valles y Asturiana de la Montaña, Morucha, Retinta y Rubia Gallega) aunque también existen razas integradas en España como la Charolesa y Limusina, según el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España y, por supuesto, los cruces de éstas con las razas autóctonas. De hecho, la mitad de la cabaña de vacas nodrizas son de raza mestiza, por la búsqueda constante de los ganaderos de la mejor adaptación posible al entorno natural.
Encontramos este sector representado sobre todo en las dehesas del oeste y suroeste del país, en Galicia o la cornisa cantábrica, es decir que ocho de cada diez vacas nodrizas viven en Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha. Habitualmente, y dentro de cierta lógica, las explotaciones de montaña suelen contar con un menor número de animales que las de las grandes dehesas. La media de nodrizas por explotación es de 23 animales y la de machos apenas alcanza las dos cabezas por explotación, es decir, hay un semental por cada 11,5 vacas, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Más del 70 por ciento de las granjas tiene menos de 25 vacas.
La media de edad es de 6,72 años y las vacas nodriza suelen tener su primer parto a los cuatro años de edad como término medio. El número de terneros por vaca nodriza a lo largo de su vida útil se mantiene en cifras muy similares a la del año 2014, aproximadamente unos 9 terneros para las vacas de edad entre 13 y 14 años. Según el Estudio del sector español de vacas nodrizas, publicado en 2018 por el Ministerio, los datos de fertilidad obtenidos en 2017 son los mejores de la serie histórica, aunque sigue habiendo posibilidades de mejora en ciertas comunidades autónomas y razas. El documento oficial destaca que en todas las zonas productivas se ha producido una mejora en este índice, destacando el incremento de la zona de la Dehesa con respecto a los valores de 2010. También ha mejorado el intervalo entre partos con respecto al último estudio, disminuyendo a 440,0 días. Castilla y León, Extremadura, Cataluña y Galicia son las comunidades con menor intervalo entre partos. La disminución de la edad al primer parto, del número de vacas de más de 4 años sin partos registrados y del intervalo entre partos, son un signo de la profesionalización del sector -dice el informe- y del esfuerzo por disminuir los periodos improductivos de las vacas, permitiendo una mayor rentabilidad de los recursos empleados en la producción.
Alimentación, buscando los mejores pastos en montaña y en dehesa.
Las explotaciones de nodrizas están ligadas a la tierra, dependiendo en gran medida de las producciones de los pastos, así que existen diferencia entre la España más húmeda y montañosa y aquellas zonas donde los recursos pastables se agotan o se secan en verano y hay que completar la alimentación con paja, forrajes conservados y algo de concentrado. Los pastos son la clave de esta forma de ganadería y de los resultados en forma de carne de calidad que se obtiene de estos animales que gozan de unas condiciones de vida naturales. En montaña, las vacas pastan a diferentes alturas dependiendo de la época del año y casi todo el año se pueden alimentar de forrajes. Durante la primavera, las vacas se alimentan de los pastos de media montaña y a medida que va entrando el verano, los animales van ascendiendo, hasta llegar al puerto. En otoño, vuelven a bajar a las zonas de media montaña, en las que las vacas pastan el rebrote de lo que consumieron en primavera. Una vez que llega el invierno, en función de la explotación de que se trate y de las condiciones meteorológicas, los animales pueden estabularse durante un periodo de duración variable o bien resguardarse en invernales o se realiza trashumancia.
En la España húmeda, pero sin grandes accidentes montañosos, hablamos de zonas con abundantes prados naturales que admiten siega. Destaca la comunidad autónoma de Galicia, seguida de Asturias y Cantabria. Generalmente, se trata de explotaciones familiares y de tamaño pequeño o medio. También existe una cierta estacionalidad en las producciones. Los mayores rendimientos se producen durante la primavera, bajan durante el verano y vuelve a darse un repunte de la producción durante el otoño. En el invierno, los prados crecen muy poco, por lo que se suplementa la alimentación con pastos segados y ensilados durante la primavera. Aunque la base recaiga en los pastos naturales, en estas zonas también se siembran praderas polifitas que son prados artificiales compuestos de varias especies, como ray-grass, trébol, entre otras.
Por último, en las dehesas, la producción máxima de los pastos se produce durante la primavera. El exceso de producción de primavera no se recoge, pues estos pastos no suelen admitir siega, y se secan, siendo aprovechado por las vacas durante el verano, cuando el crecimiento del pasto es muy bajo o nulo. Con las lluvias del otoño hay un pequeño repunte de la producción hasta que llegan los fríos invernales. En este periodo, aunque la producción es menor, la calidad de la hierba aumenta respecto a la primavera.
Partos y alimentación en la gestación: La clave de la sostenibilidad.
Respecto a la planificación de los partos, lo normal es que en explotaciones pequeñas se recurra a la paridera continua lo que implica no aprovechar los pastos de forma eficiente y no obtener terneros más homogéneos. En el caso contrario, cuando se concentran los partos, las cubriciones se realizan de enero a julio con el fin de obtener terneros de octubre a marzo, para aprovechar la mayor disponibilidad de pastos en primavera y otoño.
Aunque el consumidor final es uno de los principales beneficiados de este proyecto, los resultados prácticos del GO sostvan también van a repercutir muy positivamente en los profesionales de la ganadería extensiva de vacuno. Recopilar la información con alta confiabilidad de la fuente gracias al blockchain, permite generar una base de datos que, bien analizada, mejorará drásticamente las técnicas de manejo, las estrategias reproductivas y de alimentación de los animales. Todo ello significa más sostenibilidad económica, ambiental y social para el entorno rural.
En los últimos años se estudia y analiza la influencia de la alimentación de la vaca nodriza en el primer tramo de gestación, algo a los tradicionalmente no se había prestado demasiada atención. Un trabajo de investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), en colaboración con la Universidad de Lleida, pone de manifiesto la importancia que tiene la alimentación de las vacas de carne durante el primer tercio de gestación. Las conclusiones a las que llega este trabajo reflejan que una restricción del 35% de alimento en la fase prenatal temprana modifica la programación fetal de la descendencia, que puede sufrir un retraso en el crecimiento y desarrollo los primeros 4 meses de vida, siendo este efecto más marcado en la raza Pirenaica que en la Parda de Montaña. Las investigaciones demuestran que la subnutrición materna no perjudica, sin embargo, los rendimientos de las novillas durante su primera gestación y parto, aunque las novillas que sufrieron subnutrición prenatal tuvieron una menor dotación de folículos ováricos al inicio de su vida reproductiva (15 meses), lo que podría comprometer su vida útil. De esta investigación se desprende la necesidad de garantizar una correcta alimentación durante la gestación temprana de las vacas, para no comprometer los resultados productivos y reproductivos de su descendencia.
Ayudas oficiales, necesarias para garantizar la soberanía alimentaria y los sistemas tradicionales de producción.
Con el fin de garantizar su viabilidad y el abandono de esta actividad productiva, las explotaciones que mantengan vacas nodrizas pueden beneficiarse de las ayudas europeas -Política Agraria Común (PAC)- que se canalizan a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Para la última campaña, se estableció una dotación 186.200.519,12 € para la región peninsular y 450.794,53 € para la región insular. Un total de 2.103.631 animales han cumplido los requisitos establecidos en el Real Decreto 1075/2014 de 19 de diciembre respecto a la región España peninsular, y 2.995 animales en relación a la región Insular, fijándose por ello los importes unitarios de 88,513869 €/animal para la región España peninsular y 150,515702 €/animal para la región insular.
Lamentablemente, la compra de alimentos en general está sometida a una enorme presión en precios, lo que hace prácticamente imposible repercutir todos los costes derivados de un sistema de producción que no sólo produce carne, sino otras externalidades positivas para el medio ambiente, ya sean directas, por el efecto de regeneración que conlleva el extensivo o indirectas por el efecto de conservación que producen ganaderos y agricultores tradicionales en el entorno natural. Uno de los principales objetivos del GO Sostvan pasa precisamente por darle cabida a toda esta información, de forma que las piezas cárnicas derivadas de estas explotaciones cuenten con un mecanismo para hacer tangible todo ese valor y el consumidor pueda ponderarlo adecuadamente a la hora de tomar la decisión de compra.
¿Por qué te contamos esto?
Creemos que es muy importante hacer visible la cantidad de variables y complejidades que entraña la producción extensiva de vacuno en todas sus eta«pas. Estos aspectos relacionados con la gestión de una explotación muchas veces no se tienen en consideración, pero son una parte muy importante del valor del producto final. ¡Con la plataforma de trazabilidad con tecnología blockchain del proyecto Sostvan te aportamos datos, con entradas como esta perspectivas para analizarlos!
Sobre el proyecto Sostvan
SOSTVAN es un proyecto innovador creado para mejorar el posicionamiento de la carne de vacuno extensivo en el mercado y asegurar la sostenibilidad económica de estas ganaderías. SOSTVAN defiende la producción ganadera de vacas nodrizas en un entorno medioambiental sostenible y respetuoso con el bienestar de los animales.
GO SOSTVAN ha sido propuesto como beneficiario de las ayudas a la ejecución de proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas, dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020. La financiación de estas ayudas se realizará en un 60 por ciento con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y en un 20 por ciento con cargo al Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.